jueves, 7 de mayo de 2009

LA FUTURA GUERRA PERDIDA


Hay que ser bastante ingenuo, idiota o pro chileno, para no advertir o negar que Chile se esta armando para amedrentarnos y, si es necesario para nuestro vecino, enfrentarnos. Desde que nuestro país impulso con brío el reclamo por el problema del límite marítimo, hasta colocarlo en manos del Tribunal Internacional de la Haya que debe de dar en más o menos cinco años un fallo definitivo al respecto, las noticias de adquisición de armamento por parte de Chile se dan reiteradamente.
Pero, como en años previos a 1879, nuestras autoridades están más preocupadas en la lucha por el poder y en sus intereses políticos personales, que en el bienestar de la patria. Y eso que aún faltan más de dos años para las elecciones generales. Mientras más cerca estemos de dicha fecha, menos se comentara el tema del armamentismo chileno hasta pasar al olvido absoluto. Claro, los hijos de los políticos no van a la lucha, solamente el hijo del peruano común y corriente, del obrero, del campesino.
El Tribunal Internacional de la Haya en casos anteriores similares ha dividido en dos partes iguales la porción de mar en conflicto. Si sucede así, ojalá que las autoridades chilenas acaten el veredicto. Si el fallo es completamente favorable a Chile, seguramente que Perú aceptará la resolución. Pero si el fallo es completamente favorable a Perú, seguramente que Chile no aceptará la resolución y al no estar de acuerdo con ello intentara tomar por la fuerza lo que no pudo tomar por la razón, estrategia que no sería nueva en la historia chilena (incluso la idea figura en su escudo).
Entonces probablemente la comunidad internacional sancionará a Chile ética y moralmente por no obedecer al Tribunal Internacional de la Haya, pero no lo hará económicamente porque la situación financiera chilena, en comparación a otros países en plena crisis económica internacional, es buena y en estos tiempos hay que mantener buenas relaciones comerciales y financieras con el país que mejor esta. Al mismo Perú no le convendría porque es tanta la inversión chilena en suelo peruano que sí Perú efectúa la sanción quedaría económicamente cojo.
Una vez más hemos perdido el tiempo y el dinero brindado por una temporal bonanza (me refiero a la bonanza minera). Incluso si nuestro insoportable Parlamento aprueba mañana un canon a favor de nuestras Fuerzas Armadas, no nos alcanzaría el tiempo y supongo que tampoco el dinero (salvo que el porcentaje del canon sea mucho mayor que el que recibe el ejército chileno – ingenua especulación conociendo el interés de las empresas por el bienestar nacional -), para reforzar nuestro ejército de un modo decoroso en comparación al chileno. Es decir, nada nos puede salvar de una derrota. Si ocurre una guerra, desde ya la tenemos perdida.
Sería una paliza más para nuestras Fuerzas Armadas, a decir verdad “una raya más al tigre” porque a lo largo de nuestra historia nunca nuestro ejército fue victorioso. La única excepción fue la guerra con Ecuador de 1944, el resto de campañas militares ganadas siempre han sido gracias al apoyo de tropas extranjeras.
No nos quedará, como dice una caricatura aparecida en el diario Ojo el día martes de esta semana, otra solución que escondernos en Saga, Ripley o Wong para protegernos.
Sinceramente, ojala que me equivoque, y que Jaime Bayly, que cree fervientemente que Chile no nos atacara, acierte.




1 comentario:

hugo dijo...

estoy deacuerdo